El pasado sábado, la Hermandad del Rocío de Huelva junto a la Asociación de Guías de Doñana, organizamos una actividad de concienciación medioambiental para la limpieza de los caminos, enfocada a jóvenes de las hermandades que transitan por el Camino de Moguer. Han participado numerosos jóvenes pertenecientes a las hermandades rocieras de Cartaya, Gibraleón, San Juan del Puerto, Palos de la Frontera, Moguer y Huelva.

Creemos que los jóvenes de nuestras hermandades, mediante estas actividades, se pueden convertir en fantásticos vehículos de difusión para trasladar a nuestros mayores, el mensaje tan necesario de la conservación de nuestro camino. De esta forma, pretendemos iniciar un trabajo de concienciación con todas las hermandades del Camino de Moguer para alcanzar un acuerdo común que nos permita abordar con responsabilidad compartida, la conservación y limpieza de nuestro maravilloso camino. 

 

 

Esta actividad concreta se engloba dentro del programa Doñana Inmaculada, impartido por  la Asociación de Guías de Doñana quienes programaron actividades de sensibilización con la conservación de nuestro camino, voluntariado y participación ciudadana mediante la recogida de “basuraleza”, es decir, la basura que queda abandonada en la naturaleza.

De este modo, partimos desde el Palacio del Acebrón, para introducirnos por senderos del Espacio Natural de Doñana, hasta llegar al Arroyo de la Cañada, conocido popularmente como “El Charco”, santuario rociero de la naturaleza, donde los jóvenes de todas las hermandades, hicimos un descanso para rezar el Ángelus.

 

Al finalizar la jornada, habíamos retirado 19,17 Kg de residuos en menos de un kilómetro de esa zona del camino, donde encontramos numerosos restos de vidrios, envases, papeles, colillas…

 

Al finalizar la jornada, habíamos retirado 19,17 Kg de residuos en menos de un kilómetro de esa zona del camino, donde encontramos numerosos restos de vidrios, envases, papeles, colillas… 

Debemos agradecer a la Asociación de Guías de Doñana por el “jarrito de lata” con el que obsequiaron a los participantes y en especial a Ana Mateos y José María Galán, por la atención prestada en la organización y su implicación profesional durante las explicaciones dadas a los jóvenes, compartiendo con nosotros su amplia sabiduría y conocimiento del entorno.

Por último, ya en el merendero del Barrio de las Gallinas de El Rocío, realizamos un almuerzo de convivencia entre todos los jóvenes de las hermandades asistentes, donde no faltaron los cantes y bailes tan propios de nuestra forma de expresar la alegría compartida.

También debemos agradecer la generosidad de la hermana mayor de Cartaya, Montse Felicio y a Fresón de Palos, por la fruta donada y a Coca-Cola European Partners Iberia, por las bebidas refrescantes aportadas.