1. Si padece alguna lesión o patología en los pies, consulte antes de iniciar el camino con su podólogo.
  2. No estrene calzado el día de salida. Es recomendable ir adaptando el calzado a nuestros pies con un entrenamiento previo que nos ayude a afrontar el camino sin problemas.
  3. Es recomendable que su calzado proteja y sujete el pie, es decir que sea acordonado, con una suela que amortigüe y a ser posible, elabo­rado con pieles nobles.
  4. Observe sus pies regularmente con el fin de detectar posibles altera­ciones (dolor, heridas, ampollas, rozaduras, etc).
  5. Al llegar a la “pará”, lave sus pies para eliminar la suciedad acumula­da, acompáñelo con un buen secado (especialmente entre los dedos)
  6. Debe tener especial cuidado a la hora de elegir los calcetines. Utiltce aquellos que sean fibras naturales (algodón, lino, etc.) para favorecer la transpiración.
  7. Aquellas personas que tengan alteraciones vasculares, neurológicas o metabólicas (diabéticas), deben extremar el cuidado.
  8. Para aliviar los pies hinchados dese baños de agua fría y coloque los pies en alto. Masajee su pie desde los dedos hacia el talón aplicando una crema hidratante.
  9. En caso de que salga una ampolla, no la abra. Aplique un antiseptico (Clorhexidina o Povidona yodada) y coloque un apósito. Proteja aque­llas zonas de riesgo donde pudiera producirse otra lesión.
  10. Consulte al podólogo de su hermandad para cualquier duda o actua­ción. Si no es posible acuda a los servicios sanitarios ubicados en todo el camino y la aldea.

Con la colaboración del Colegio Profesional Podólogos de Andalucía