En algunos de los templos históricos de la ciudad y coincidiendo con la sede canónica de la Hermandad del Rocío de Huelva, se van a levantar algunos altares a la Virgen del Rocío acogiendo, para su culto, distintas representaciones de la imagen de la Reina de las Marismas. De esta forma, nos vamos a encontrar un altar en la Iglesia de la Purísima Concepción con una imagen de Sebastián Santos (1936); el altar mayor de la Iglesia del Rocío, con una obra de León Ortega (1961) y otro, el que deseamos concretar en este artículo, en la Parroquia Mayor de San Pedro.

Tenemos constancia documental de otro altar de la Hermandad del Rocío en la Iglesia de San Francisco en 1900, aunque podríamos asegurar, por los documentos existentes de aquella época, que mientras la hermandad estuvo alojada allí, no disponía de una imagen representativa de la Virgen del Rocío y que seguramente, dicho altar, se utilizaría para exponer el Simpecado de la Hermandad. Tras el derrumbe del techo de la Iglesia de San Francisco en 1903, se vió obligada a cerrar al culto, por lo que la Hermandad del Rocío tuvo que trasladarse a la Parroquia de San Pedro.

En este nuevo emplazamiento se ubicaría el Simpecado de la Hermandad, concretamente “frente al altar de San Blas, en el costado del antiguo coro que daba a la nave de la epístola”, tal como indicaba el inventario realizado por el arcipreste don Julio Guzmán en 1921.

 

 

De hecho, el 10 de octubre de 1921, se bendecía un magnífico altar cerámico para rendir culto al Simpecado de la Hermandad del Rocío de Huelva. Tal como se reseña en el frontal de la mesa del altar y en los paños laterales de la misma, dicha obra cerámica fue realizada en 1921, por la Fábrica de Manuel Rodríguez Pérez de Tudela, en Triana (Sevilla). Este bonito retablo fue donado por el médico cirujano onubense don Fernando Pérez Sevillano y su esposa, doña Soledad Navarro, ambos muy ligados a la hermandad. Doña Soledad era camarista de la misma y don Fernando fue un miembro muy activo desde 1913, ostentando durante mucho tiempo el cargo de tesorero y siendo su hermano mayor en 1917.

En este altar se cobijaba el Simpecado de la Hermandad bendecido en la mañana del domingo 1 de junio de 1919, por el arcipreste don Miguel Muñoz. Dicha obra artística fue realizada por el prestigioso bordador, Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Así lo definía la prensa de aquella época: “El estandarte es de gran gusto artístico y de no menor valor. En el centro se destaca la imagen de la Virgen admirablemente pintada y bajo corona real ricamente bordada en oro y seda. El fondo del estandarte que es de terciopelo encarnado está profusamente bordado en oro. penden de él cuatro borlones de oro”.

 

 

El arcipreste don Julio Guzmán va a realizar en 1927 otra serie de reformas en la Iglesia, entre las que destacaba el retranqueo del coro. Aunque también estaba previsto, finalmente se descartó la realización del nuevo altar bautismal proyectado por Pérez Carasa y se decide trasladar el retablo cerámico de la Hermandad del Rocío a la nueva capilla bautismal de la parroquia, creada en uno de los laterales del nuevo coro.

Debido a los destrozos ocasionados en los lamentables hechos producidos en la Iglesia de San Pedro en 1936, el altar de la Hermandad del Rocío tuvo que restaurarse y como consecuencia del mal estado en que quedó el Simpecado, se tuvo que encargar otro nuevo. En 1939, tras la contienda bélica, se estrenó el nuevo Simpecado, donado por el Tercio de Requetés “Virgen del Rocío” y realizado por el prestigioso taller de Elena Caro.

Debido a la lenta reconstrucción de la Iglesia que se encontraba muy afectada por los destrozos ocasionados, la nueva imagen de Nuestro Padre Jesús de la Pasión tuvo que estar acogida en la capilla bautismal, junto al descrito altar cerámico y el Simpecado de la Hermandad del Rocío. Una vez terminadas las primeras obras de reconstrucción de la parroquia, el Señor de Pasión volvió en 1940, a su antiguo emplazamiento, la capilla de la Inmaculada Concepción, fundada por Lázaro Martín en 1535.

Don Arturo López-Damas Cardigós, hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Huelva en 1940, dona una imagen de la Virgen del Rocío, atribuida a Joaquín Gómez del Castillo y que, desde entonces y hasta nuestros días, viene ocupando la hornacina principal del retablo.

Durante las últimas reformas efectuadas en la parroquia durante 2003, el artístico retablo cerámico volvería a ser removido de su ubicación, dejando de presidir el altar de la pila bautismal, para pasar al lugar que ocupaba el antiguo altar del Descendimiento. Es decir, en la nave del evangelio junto a los actuales altares de la Virgen del Carmen y de la Hermandad de la Borriquita, donde actualmente reside.

 

 

Del mismo modo, la Hermandad del Rocío, ya instalada en su sede y capilla propia, bendice en el día de la Inmaculada Concepción del año 2011, un retablo artístico para entronizar a su bendito Simpecado. Para la ejecución del mismo, se va a tomar como referencia la azulejería del antiguo altar cerámico que la Hermandad poseía en la Parroquia Mayor de San Pedro.

Para conmemorar la efeméride de dicho altar y la de la imagen de la Virgen del Rocío del Simpecado que cumple su septuagésimo quinto aniversario de su hechura, la Hermandad del Rocío de Huelva y la Fundación Cajasol, han decidido organizar la exposición conmemorativa REGINA RORIS, la representación de la Virgen del Rocío en las hermandades de Huelva.

En ella se podrán admirar piezas artísticas de las distintas hermandades de Huelva donde aparece la representación de la Virgen del Rocío y una recreación del altar de la Hermandad en la Iglesia de San Pedro, con la imagen de la Virgen del Rocío atribuida a Gómez del Castillo, el mismo autor al que se le atribuye la imagen de la Virgen que preside el actual Simpecado, en uso, de la Hermandad del Rocío.

Dicha muestra se podrá visitar desde el lunes 18 de octubre al sábado 20 de noviembre, en la sala de exposiciones “El Comercial” de la Fundación Cajasol, en la calle Jesús Nazareno de nuestra ciudad.

Vocalía de Formanción y Juventud