En aras de seguir mejorando y ampliando nuestro patrimonio, la Junta de Gobierno ha aprobado la realización y adquisición de una Cruz Alzada para nuestra Hermandad. Con inspiración en la ornamentación típica de Cayetano González, se compone de un fuste o vara con decoración de pámpanos y uvas, alusiva a la Eucaristía que preside litúrgicamente el crucifijo.

La cruz propiamente dicha llevará una pequeña imagen del Crucificado en madera tallada y policromada, y será desmontable para situarla en un pié realizado al efecto y convertirla así en cruz de altar, lo cual generaría también una mejoría patrimonial en ese aspecto, ya que el crucificado actual es de escaso valor artístico.

 

 

Mientras que en el pié se sitúa una representación del Espíritu Santo, en la cruz alzada se sitúa un templete cuadrangular inspirado en la inconfundible carroza de la Hermandad, en el cual se sitúa una representación en pequeño tamaño, modelada y policromada, Venida del Espíritu Santo en Pentecostés, el descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María en Jerusalén, acontecimiento que marcaría el nacimiento de la Iglesia cristiana y la propagación de la fe de Cristo, y que está estrechamente ligado a la devoción rociera.

 

 

En la pieza de unión de este templete con la cruz, se sitúa una corona como símbolo parlante de la cruz donde murió Cristo como trono regio, y debajo del mismo se sitúan unas guirnaldas móviles que también recuerdan a la carroza de la romería.

La cruz está calada en el centro, para que la cabeza de la pequeña imagen del crucificado quede enmarcada por el aire, y se completa con un resplandor dorado en la cruceta.

Bajo diseño de Javier Sánchez de los Reyes, la orfebrería será realizada en alpaca plateada por el reconocido taller de orfebrería de D. Juan A. Borrero, mientras que el Crucificado y la escena de Pentecostés serán realizadas por el joven escultor onubense, hermano de nuestra corporación, D. Abraham Ceada.