Durante estos días de cultos extraordinarios que estamos celebrando en nuestra Parroquia de San Sebastián, nuestro bendito Simpecado luce la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, concedida a don Manuel Siurot, Hermano Mayor Honorario de nuestra Hermandad, por su gran labor en favor del Magisterio. Mediante este gesto, recordamos el reciente octogésimo primer aniversario de su defunción en 1940.

La Orden Americana de Isabel la Católica fue instaurada por el rey Fernando VII en 1815. El nombre elegido para dicha Orden fue el de su augusta antepasada, a cuya iniciativa e impronta, se debió el descubrimiento de América. Su principal objetivo era premiar a los leales defensores de las provincias españolas en tierras americanas:
«La acrisolada lealtad, el celo y patriotismo, desprendimiento, valor y otras virtudes que tanto los individuos de la milicia como de todas las clases y jerarquías del Estado han mostrado y mostraren en adelante en favor de la defensa y conservación de aquellos remotos países»
El Papa Pío VII expedía en 1816 la bula Víros magnos in regno, aprobando la nueva Orden Americana y extendiendo a sus caballeros y ministros las mismas indulgencias y gracias espirituales que a los de la Orden de Carlos III

 

 

En el reinado de Isabel II, la Real Orden dejó de denominarse Americana y fue considerada la condecoración general y propia del mérito civil, entregándose desde ese momento, a los españoles que se distinguían por sus méritos al servicio de España. De hecho, la Real Orden de Isabel la Católica fue la única que no suprimió en 1931.

Actualmente, la Orden tiene por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación, o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación española con el resto de la comunidad internacional.
S.M. el rey Felipe VI, es el Gran Maestre de la Real Orden y puede ostentar diariamente las insignias. Su sede se encuentra en el Ministerio de Asuntos Exteriores, ya que su Gran Canciller es el Ministro de Asuntos Exteriores y la sede canónica está en la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid.

HERÁLDICA

 

El emblema de la Orden es una cruz de oro coronada con una corona olímpica o de cogollos de olivo, formada de cuatro brazos iguales, esmaltada de color rojo, conforme al pabellón español, e interpoladas con los brazos unas ráfagas de oro; En su centro habrá sobrepuesto un escudo circular en que se verán los esmaltes de las dos columnas y dos globos o mundos, que representarán las Indias, enlazados con una cinta, y cubiertos ambos con una corona imperial, llenando el campo del escudo los rayos de luz, que partiendo de los mismos globos se extienden en todos los sentidos. En su anverso, y sobre campo blanco, se leerá de letra de oro la siguiente leyenda: “A LA LEALTAD ACRISOLADA”.