En el día de hoy se procedió a la entrega oficial del broche a la Virgen del Rocío en la casa de la Hdad Matriz de Ntra Sra del Rocío de Almonte con el que se ha querido recordar la emotiva misa de Pentecostés pasada, donde nuestro espléndido Coro de la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Huelva acompañó con su buen hacer a tan magno acontecimiento litúrgico, que nunca olvidaremos y quedará para la historia de la Hermandad.
Dicho broche fue diseñado por Javier Aguilar Cejas en 2018 y fue ejecutado por José Manuel Bernet en Sevilla en plata sobredorada en oro de 18 kilates, con esmeralda y piedras engastadas.

Descripción de la joya:
El broche en su diseño, es una pieza articulada en tres cuerpos que consta de pergamino, broche intermedio y corazón.
Ha sido ideada para hacerse en oro amarillo y blanco con incrustaciones de piedras preciosas y perlas.

La primera parte del broche es el pergamino, una pieza enteramente realizada en oro amarillo con incrustación de cuatro esmeraldas, cuyo color nos recordará al Simpecado de nuestra Hermandad. El nombre de HUELVA aparece repujado en su parte central en oro pulido.

La segunda pieza, que sirve de unión entre la primera y la última, es un pequeño broche de oro con una amatista central. El color morado de esta piedra nos recuerda el esfuerzo y el sacrificio que los peregrinos pasan hasta llegar al Rocío. También pretende aludir a los problemas y adversidades diarias que vivimos y que siempre ponemos a los pies de la Virgen para que nos ayude.

La tercera parte del broche es el corazón. Es la pieza más llamativa donde en su interior aparece el Espíritu Santo saliendo de la carreta de la Hdad. de Hueva. La mezcla de oro blanco para la carreta y de oro amarillo para los resplandores y el Espíritu Santo pretende buscar un contraste entre ambos elementos.
El corazón se ornamenta con un carrete de piedras de talla esmeralda, alternando aguamarinas y circonitas en clara alusión a la bandera de Huelva. A modo de resplandor, se distribuyen por todo el exterior de la pieza, doce lenguas de fuego representando así las figuras de los Apóstoles que rodean a la Santísima Virgen en Pentecostés.

Por último y como alusión al nombre de Rocío, aparecen cinco perlas en forma de lágrima o gota como una metáfora del rocío de la mañana y el Rocío del Cielo.

Fotografía: Huelva Información